viernes, 3 de agosto de 2012

LUIS ÁLVAREZ CERVERA-Jinete.


«Voy a los Juegos Olímpicos primero, como entrenador de salto del equipo de Nueva Zelanda de completo, después pasaré dos o tres días cerca de Tarifa, y el resto, en Aranjuez con mis caballos. Y en mi maleta no faltan ni mi móvil ni mis libros».



Luis Álvarez-Cervera es, probablemente, la mayor referencia de la hípica española, como alguien dijo en los cursos de El Escorial. Un deporte minoritario, pero de gran tradición en nuestro país y en nuestra cultura mediterránea. Después de toda una longeva carrera dedicada al caballo, este jinete sigue montando, dedicándose al entrenamiento de equipos y a la cría de caballos.

–Tiene un palmarés apabullante: 50 años compitiendo, siete olimpiadas, diez campeonatos de España.... ¿Cómo se consigue esa longevidad deportiva?
–Quizá porque es un deporte que se hace sentado (risas).... A eso, écharle mucha afición.

–Usted ha sido a la hípica lo que Ángel Nieto a las motos, Santana al tenis o Di Stéfano al fútbol.... ¿Cómo vive ser el jinete de referencia español?
–¡Ya me hubiera gustado ese honor! Le corresponde al inigualable Paco Goyoaga, que fue el mayor referente hípico.

–No sea modesto, lo suyo no ha sido nada de potra, sino ganado a pulso y brida.
–(risas) ¿Qué quiere que le diga? Trabajo y trabajo.

–Olimpiadas... ¿Qué espera de esta cita con respecto de nuestros jinetes?
–España sólo está clasificada para doma clásica, eso sí, con muchas probabilidades de medalla. ¡Suerte!, y  ¡Suerte!

–¿Tiene la espinita de no haber ganado una medalla en Barcelona?
–Ni me lo pregunte: por supuesto.

–¿Es un deporte minoritario, reservado para élites o estamos equivocados?
–Socialmente no es elitista; económicamente sí es un deporte caro. Aunque su práctica es cada vez más extendida. Quítese prejuicios.

–¿Recuerda a su primer caballo?
–El primer caballo que pude comprarme me costo el equivalente a 600 euros, y tuve la mala suerte de que se me murió por cólico al poco tiempo de tenerlo. Fue un palo.

–Antes le mencionaba a Santana. Él empezó de recogepelotas... ¿A usted le tocó arrancar por la parte más ingrata de esta profesión?
–No, aunque empecé con caballos prestados y teniendo que lidiar con lo que me dieran para montar. No puede compararse con la dureza de comienzos que tuvo el gran tenista.

–¿Dedicarse a la hípica en España es un hándicap que no tendría de haber nacido en Inglaterra?
–Indudablemente, para desarrollarse en esta profesión es mas idóneo un país con gran producción de caballos de deporte, como Alemania, Francia, Holanda, Bélgica o Inglaterra.

–En la actualidad, es uno de los grandes criadores de nuestro país y presidente de la Asociación Nacional de Criadores del Deporte Español. ¿El caballo español está particularmente prestigiado?
–Mi pasión por los caballos me llevó a la afición a la cría. Aunque crío más caballos de carreras que de salto. Agradezco lo de grande, pero no lo soy, aunque reconozco que los caballos que llevan mi firma tienen cierto éxito. Fui presidente de Ancades durante 12 años, pero hace cuatro que ya no lo soy. El PRE (Pura Raza Español) por supuesto que lo está desde hace muchos años. El caballo de deporte español necesita un empujón, aunque en Londres habrá 2 CDE compitiendo en la prueba de concurso completo: uno en el equipo de Nueva Zelanda, y otro en el de Francia. Quizá el reconocimiento por los extranjeros refuerce este prestigio, que en esta disciplina ya han brillado.

–¿El hijo de un ganador, tiene todas las papeletas para serlo?.
–Tiene mas posibilidades, pero siempre depende de muchas variables, las yeguas madre son muy importantes.

–¿La crisis también ha llegado a sus cuadras... o pasa de largo por el mundo equino?
–No conozco ningún sector que no se haya visto afectado.

–Hay tradición de apuestas en torno al mundo de los caballos... ¿Le parece bien, mal o le resulta indiferente? (Savater, gran aficionado, dice «si se apuesta se disfruta menos del espectáculo»).
–En las carreras la apuesta es una parte fundamental del motor de esta industria. No creo que el perder una apuesta me quite disfrute de ver una reñida llegada, ahora, si el ganador es por el que he apostado, el disfrute es doble... ¿no?

–¿Cuántos caballos pueden haber pasado por –con perdón – entre sus piernas?
–Muchísimos. Difícil de contar, pero habré competido con mas de 600 diferentes.

–Para montar..., ¿mejor un caballo o una yegua?
–Si es de calidad me es indiferente. Pero en general los caballos castrados son más regulares en su comportamiento.

–¿Se les susurra a los caballos cuando se les monta?(Porque los futbolistas le hablan al balón).
–Les hablo, aunque en voz muy bajita...

–¿Es un animal especialmente receptivo con el hombre?
–Digamos que se deja aproximar, si se hace el contacto con mucho tacto.

–¿Qué es lo más hermoso que le ha pasado con un caballo?
–Todo y de todo. Haber desarrollado toda mi vida gracias a ellos, poder vivir rodeado de caballos, verlos, montarlos, y la emoción de que ganen cuando sucede. Los adoro.

–Está presente en todas las culturas y en todos los siglos. Con otros animales hay prevenciones, pero el caballo, es símbolo de nobleza y belleza universal.
–El caballo está presente en toda la evolución de las civilizaciones. Indudablemente, es un objeto de belleza, fuerza, velocidad, habilidad, y así se ha reconocido a  lo largo de la historia. Hoy es una fuente de trabajo y de riqueza rural y síntoma de nivel económico de un país, al igual que espectáculo y ocio.

–Ni gimnasio, ni kick boxing... ¿Nada como montar a caballo para tener unas posaderas estupendas y unos muslos firmes?
–Es un deporte que te especializa demasiado... Pero, para lo del trasero y los muslos, quizá ¿el voley playa o la danza?... En las chicas, se entiende.


Finca "El Duende"- Aranjuez
  

Fuente: www.larazon.es
Escrito por Angeles López

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